Locura Mía Creatura Mía

Siento que la locura se apodera de mi con lento y tortuoso andar, me aprisiona como aquella imagen de una mujer atravesada por el pecho con una daga. pensar en la nada que me preexistía me intranquiliza pues sé que no la poseo más. Los espacios públicos, llenos de caras fétidas e indeciblemente estúpidas, me llenan de terror y me encorvo en los rostros de mi rostro. En alas de mariposas encuentro caras con cerebros perforados por pequeños alfileres, diminutos cmo su paraplegía.
Termino por mofarme de mis lágrimas y agraderlas con el tiempo. Retraer la extención de mis brazos me resulta familiar o penosamente cómodo... los límites de mi espacio se reducen con paranoia y brutal coherencia. Los detalles del placer se funden con los pensamientos sádicos al rasgarme la piel con las llagas de presentes fortuitos al teñir mi piel con los colores que restan del día.
El racismo de mi ser confunde a los judios con los negros en mi cara sucia y desfigurada, pues en ella veo la lujuria incrustada en las difíciles rocas de mi frente. He dibujado, en templos, los ojos de un joven suicida, de mujeres desnudas arrastradas por la tormenta como bandada de pájaros. Río y grito de dolor al encontrar mi reflejo en los cristales que han cubierto las paredes de mi habitación, cuando despierto por la noche a la mitad de un oprimente sueño. En estos días he vivido la frenética tensión como un viejo dios barbudo, poderoso y estúpido. Al fondo del bosque, al borde del cáos, la muerte... un horrible fantasma borda mis sienes hundidas. Así la blasfemia y autoglorificación, una especie de delirio religioso, deforma mi cuerpo con exageraciones de rasgos negroides y la desnaturaliza en atávicos animales.
Eternamente predispuesto a morir, ancestral, minado, aislado, sin ambiciones, bestia y sabio, lleno de angustia ante la muerte, coloco el autorretrato en la pared norte. Mis recuerdos se han vuelto lejanos, más profundos, más viejos, prehumanos, vegetales, rostros melancólicos que ríen con disimulo; la puerta se cierra estrepitozamente detras de mi y las botellas en mi armario están vacías, como el descanzo trémulo de mis muslos en los aterrorizados de mi amante, tal orínica visión del pasado. En todos los casos, los rostros duermen dentro de otros rostros con ardores y labios de sedientos, perseguidos, dolientes, buscones, libertinos, en cabezas mayésticas y brutales en las que se sacrifican doncellas. El abarrotamiento de mis ojos ramas que semejan manos, lucho desesperado por librarme de la objetividad alegorizando aterradoras o conmovedoras confesiones gigantescas; entre ellas, las más encarnizadas con "el enemigo". El musgo sigue creciendo en mi craneo en lo que me entusiasmo con cualquier perdición.
Soy un hombre decadente, moribundo en nuestros tiempos. Torcidos mis viejos dientes, camino por los rasguños que atraviezan la putrefacta piel; fatigado, marchito, busco en los descompuestos hombros expresiones de ojos atravesados por alfileres o atormentados por párpados. Seco, lleno de odio descubro después de mi muerte extrañas hojas que desgarran en irritables cuentos narices con garfios. Irrisoriamente el templo de mi vida se encuentra edificado en la persecución de un prisionero por su cuarto, condenado a la putrefacción.
Regreso con fuerza a la eternidad, a la sollozante caducidad de mi naturaleza; la preocupación, salvaje por la añoranza , sin miramientos, se aparta, frenética, de la coronación monomaniaca. La posibilidad de observar la corteza de la patria permiten que introduzca en ella mi cabello como follaje y entone un concierto de cavidades. por terminar dos

la esquina rota de mi celda

La esquina rota de mi celda
donde guardo tu recuerdo...
...el monstruo de tu sinpresencia
...el vaso roto de tu auscencia
...el silencio de ti

...tu silencio...

me regresa a ti,
imagen de mi en soledad
eco de tu auscencia
no risa de ti

...tu silencio...

La esquina rota de mi celda
donde mi vista posa en desvelo...
...guarida gigante deshabitada
...restos de vida robada
...historia sin terminar
...auscencia de ti

...tu silencio...

...nota en ReDo de un desaucio
...raíz de árbol quemado
...grito de algún lastimado...

me regresa a mi
a mi soledad
a mi auscencia de ti

...a tu silencio...

La esquina rota de mi celda
estrella herrante
sinfonía diáfana anhelante
craso ejemplo de tu auscencia...

...no contacto de ti...

...tu silencio...

frenética huida
ruido violento de una auscencia...

...no olvido de ti
ni tu silencio...