El Silencio del Rio

sin querer habían quedado todos en silencio... no se escuchaban más las risas de los que iban adelante... el aire acariciaba el silencio como quien acaricia la noche en desvelo... nadie giró el rostro a los costados, tenían los ojos puestos en el siguiente obstáculo... el rio rugía al chocar en su camino con las piedras, limándolas con su paso implacable, raudo... casi acelerado... casi violento. Todos se fueron amontonando a un lado del camino para esperar al balsero que los cruzaría pues allá es adelante y aquí, todavía es aquí, pero unos pasos más atras es el pasado, y nadie quería regresar, no sé si por miedo a encontrarse a ellos mismo en el camino al allá o simplemente porque ya habían llegado muy lejos en este camino que llevaba a allá y, o no tenían el dinero sufieciente para regresar o simplemente no querían sufrir los gestos de descepción de la gente que los vió partir con las esperanza de que ellos sí llegaran a ese tan deseado lugar... el allá. Todos guardaban silencio, el balsero tardaría pues no se alcanzaba a divisar a través del oleaje, aveces alto, aveces bajo del río. Todos buscaban, con ojos de niños nuevos, el otro lado, y tal vez por eso cayaban... tal vez no atrevían a decir una palabra pues estaban tan cerca... Alguno simplemente cayó ensimismado, un poco diesmado por la vista de tan imponente caudal. No por nada allá era allá. continuará

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