Renovación o sus intentos

Es difícil tratar de concebir el tiempo, asi como tratar de relativarlo en momentos. Octavio Paz se refiere a la unión de todos los momentos, a la percepción de todos los tiempos en uno solo, de todas las vidas en un instante con la palabra AMOR: que se implica como un compuesto indefinible del alma y el cuerpo. A mi me place más el término RENOVACIÓN el hacer los momentos eternos o antónimos de sequedad del alma, donde cada segundo se corona en la memoria, se hacen religión y viven en ese río que en lo superficial siempre es el mismo más en su interior muere y renace por millonésima vez con aquel afán de perfección en ese fin último que es la RENOVACIÓN. Ella, que alimenta la imaginación y la hace verbo en el yo sol... en el yo rostro... yo espejo... yo niño viejo.
Ella, que desarma, que reduce los límites de lo real y marca, en ella misma, el principio del placer en su estado más primitivo, instintivo, no estilizado nos permite reconocer la historia de nuestras acciones en los trazos personales de vida para poder, así, llegar a la conexión sensual a favor de otra persona.
Ella, que busca plasmarse en este mundo, que busca trascender "en otro lugar" a la tierra, se encuentra en el orden de la fascinación y es inquieta como ansiosa al llegar a la culmiación "del amor", de la promesa de vida en la muerte, de la conciencia y del cuerpo. Ya que a fin de cuentas busca lo que une y supera las diferencias.

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